Para el segundo reto de este curso la propuesta se centra en un proyecto o iniciativa en el que nuestra organización trabaje con otras organizaciones de forma coordinada para conseguir un objetivo común vinculado con los ODS. Esta vez no ha sido difícil encontrar el proyecto idóneo:
El Ministerio de
Educación y Formación Profesional tiene entre sus objetivos impulsar
actuaciones dirigidas a fomentar el interés de niñas y jóvenes en disciplinas vinculadas
a las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas en conexión con
las artes y la creatividad (en adelante STEAM, acrónimo de las siglas en inglés
de las citada disciplinas) para avanzar en la construcción de un sistema
educativo y formativo capaz de afrontar con vigor la revolución digital,
científica y tecnológica en la que estamos inmersos, libre de condicionamientos
por razón de género que elimine estereotipos asociados a determinadas
vocaciones y profesiones, impulse el empoderamiento femenino en las disciplinas
STEAM y proporcione igualdad de oportunidades para que las niñas y jóvenes
accedan a una educación de calidad vinculada a estas disciplinas.
El
impulso de las vocaciones STEAM en las niñas y mujeres es una cuestión
prioritaria en el nuevo marco de actuación definido en la Agenda 2030 para
el Desarrollo Sostenible de la ONU. Especialmente relevantes son el ODS 4,
sobre educación de calidad, inclusiva, equitativa y que promueva el aprendizaje
continuo para todos y el ODS 5, sobre igualdad de género y empoderamiento
de mujeres y niñas.
De esta forma,
la Alianza se concibe como una herramienta que permitirá sumar esfuerzos,
buscar sinergias entre las administraciones, empresas, organizaciones de la
sociedad civil, centros educativos y formativos y medios de comunicación con
proyectos STEAM para la promoción de estas vocaciones en las niñas y jóvenes, y
también entre todos aquellos agentes que, aunque no cuenten con proyectos
STEAM, quieran sumarse a esta iniciativa.
La
Alianza STEAM se sustenta tanto en los principios clásicos de la gestión de
alianzas (transparencia, gobernanza compartida o sistematización del
conocimiento), como en otros más específicos de este enfoque y que deben
tenerse presentes para el diseño de políticas públicas, programas, proyectos y
lineamientos curriculares: integración,
inclusión, colaboración, contextualización, expansión. De algunos de estos
principios dependerá la sostenibilidad de la Alianza en el tiempo, como son la
gobernanza compartida, la colaboración, la contextualización y la expansión. No
obstante, resultará también esencial que se pueda garantizar que los socios obtengan
beneficios, tanto específicos para cada uno como comunes para todos ellos, de
cara a asegurar su compromiso continuado y con ello su sostenibilidad.
Alianzas
como la Alianza STEAM y otras alianzas multiactor aportan soluciones
innovadoras para la consecución los cambios disruptivos y sistémicos que
proponen. Y lo hacen superando las resistencias al cambio, las barreras que
dificultan la colaboración en equipo y la comunicación. Para ello, se
configuran como redes de cambio horizontales que fomentan el compromiso y la
implicación con esos cambios, aprovechando las capacidades de los actores
implicados y creando sinergias y conexiones con las que es posible alcanzar
resultados de mayor impacto y de mayor alcance.
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